El estrabismo es la desviación de los ojos. El síntoma más evidente es la falta de alineamiento entre los ojos, aunque esta afección también provoca una pérdida de la agudeza visual respecto al otro ojo (ojo perezoso o ambliopía); posiciones anormales de la cabeza; desviaciones; inclinación y tortícolis; visión doble; pérdida de visión binocular, y errores en el cálculo de distancias y en la percepción de relieves.

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El estrabismo nunca debe ser ignorado creyendo que se curará solo. Cuanto antes se inicie el tratamiento, menos grave será el defecto visual inicial y más rápido el efecto visual final.

 

El manejo del estrabismo requiere de tratamiento especializado temprano que será determinado por el oftalmólogo.